Lo que tienen en común el Chotis y el Macallan.

Imagina una tarde soleada en Madrid, con el cielo despejado.

El aroma a churros flotando en el aire.

En la pradera de San Isidro, las familias se reúnen para celebrar una de las festividades más emblemáticas de Madrid.

Chulapos y chulapas, bailas el chotis en una baldosa.

Mientras tanto, en Escocia, un grupo de amigos se reúne en una destilería para disfrutar de un vaso de Macallan.

Uno de los whiskies más finos del mundo.

¿Qué pueden tener en común estas dos escenas tan diferentes?

La respuesta nos lleva a un viaje fascinante a través del origen del chotis, el folclore madrileño y el inesperado vínculo con la cultura escocesa.

Índice

El origen del Chotis.

El chotis, un baile que es uno de los símbolos de Madrid, tiene una historia tan interesante como la ciudad misma.

Aunque, hoy en día es considerado el estandarte del folclore madrileño, su origen se encuentra en Escocia.

¿Te lo imaginabas? Pues ahí va…

En el siglo XIX, esta danza conocida como «Schottische» (nombre derivado de «Scottish» que significa escocés) se popularizó en toda Europa y, como no, llegó a España.

Como no nos gustan las fiestas…

En 1850, durante una de las fiestas en honor a San Isidro, el patrón de Madrid, el chotis hizo su debut en la capital.

La simplicidad de sus pasos y su elegancia conquistaron rápidamente a los madrileños.

Desde entonces, el chotis se convirtió en una parte esencial de las festividades de San Isidro, adaptándose y evolucionando hasta convertirse en un icono de la identidad madrileña.


San Isidro y su Pradera: cuna del folclore madrileño.

San Isidro Labrador es el santo patrón de Madrid.

Por si no lo sabes, o no eres de Madrid, su festividad se celebra el 15 de mayo.

Es una de las más importantes de la ciudad, ya sea porque te quedes en Madrid y vayas a la Pradera, o porque te vayas de puente, a dorarte en una playa del levante español.

Durante esta celebración, la Pradera de San Isidro se convierte en el epicentro del jolgorio y el folclore.

La pradera, a orillas del río Manzanares, se llena de chulapos y chulapas, los tradicionales trajes de la fiesta madrileña, música, bailes y actividades para toda la familia.

Los madrileños (de cuna y adopción) y visitantes se reúnen en la pradera para disfrutar de una velada al aire libre, comiendo bocadillos de calamares, rosquillas (tontas, listas, francesas y de Santa Clara) y bebiendo vino de la región.

Las verbenas, las atracciones y los puestos de comida crean un ambiente festivo que recuerda a tiempos pasados, donde la comunidad se reunía para celebrar y compartir momentos de alegría.

Si Marty McFly hubiera nacido en Madrid, en lugar de interpretar en Regreso al Futuro, el “Johnny B. Goode” de Chuck Berry, podría haberse marcado un chotis.


La conexión escocesa: del Schottische al Chotis.

El viaje del chotis desde las tierras altas de Escocia hasta las calles de Madrid es un testimonio del intercambio cultural que ha moldeado la historia de Europa.

En Escocia, el Schottische era una danza popular entre la gente común.

Se bailaba en reuniones sociales y festivales.

La danza llegó a España a través de las cortes europeas, adaptándose a la música y el estilo español.

Haciéndolo nuestro.

En Madrid, el chotis se transformó, adoptando un ritmo más lento y movimientos más ceremoniosos que reflejaban la elegancia y la gracia del pueblo madrileño.

La danza se realiza en parejas, con la mujer girando alrededor del hombre, quien permanece casi inmóvil, pivotando sobre su propio eje, sin salirse de una baldosa.

Este estilo de baile, tan característico y distintivo, es una representación de la idiosincrasia madrileña.

Es elegante, tradicional y con un toque de orgullo regional.


El folclore madrileño más allá del chotis.

El folclore madrileño es rico y variado, y el chotis es solo una parte de este vibrante tapiz cultural.

Además del chotis, Madrid cuenta con una amplia gama de tradiciones, danzas y música que reflejan la diversidad y la historia de la región.

Las zarzuelas, los pasodobles y las seguidillas son ejemplos de la rica herencia musical de Madrid.

Las fiestas de San Isidro también incluyen otras manifestaciones culturales como las corridas de toros, los gigantes y cabezudos, y las procesiones religiosas.

Estas festividades no solo celebran la historia y la tradición, sino que también son una oportunidad para que la comunidad se una y comparta su orgullo por su identidad cultural.


Chotis y Macallan: comparación inesperada.

A primera vista, el chotis y el Macallan pueden parecer no tener nada en común.

Sin embargo, ambos comparten una rica historia y una profunda conexión con sus respectivas culturas.

El Macallan, uno de los whiskies más prestigiosos de Escocia, es conocido por su calidad y su proceso de elaboración meticuloso.

Cada botella de Macallan es el resultado de años de tradición y un compromiso con la excelencia. 

Aunque beberte una te haría tener conversaciones trascendentales con un Nessy triplicado en la barra de cualquier pub.

Incluso puede que acabes bailando un chotis con él.

De manera similar al Macallan, el chotis es una danza que ha perdurado a lo largo de los años, manteniéndose fiel a sus raíces mientras evoluciona con el tiempo.

Por eso, ambos  representan lo mejor de sus culturas: la elegancia, la tradición y un profundo sentido de identidad.

Se han convertido en iconos culturales, con los que puedes hacerte una camiseta personalizada.


La magia de Madrid y el encanto escocés.

El chotis y el Macallan nos enseñan que, a pesar de las diferencias culturales, climáticas y geográficas, hay hilos comunes que unen a las personas a través del tiempo y el espacio.

Ambos son celebraciones de la tradición de una comunidad.

Así como el chotis une a los madrileños en la pradera de San Isidro, el Macallan reúne a amigos y familiares en Escocia y más allá.

Si alguna vez te encuentras en Madrid durante las festividades de San Isidro, toma un momento para disfrutar del chotis.

Piensa en él, como esa danza que ha viajado desde las tierras altas de Escocia hasta el corazón de España.

Puede que lo inventaran dos escoceses que iban de Macallan hasta las cejas.

Quizás, mientras disfrutas de esta experiencia cultural, porque no darte el gustazo de levantar un vaso de Macallan en honor a estas conexiones inesperadas que nos unen a todos.

Será por brindar…

Madrid, con su rica historia, su vibrante folclore y su espíritu acogedor, es un lugar donde la tradición y la modernidad se encuentran.

Una ciudad que no solo celebra su pasado, sino que también abraza el futuro.

Porque es una ciudad que te espera con las puertas abiertas.

Ven y descubre la magia de Madrid, donde el chotis y un buen whisky escocés pueden encontrarse en un brindis entre culturas.

A nosotros se nos da muy mal bailar el chotis.

Carecemos de la excelencia de Juan Agustín Orozco y Pilar Herranz, a los que alguna vez hemos visto bailar en la Plaza de España.

Lo de vender casas se nos da mejor que bailar el chotis.