Tu casa vacía NO es una buena inversión.

Conocí a Julián en la terraza del Gran Café El Espejo, en Madrid. Está enfrente de la Biblioteca Nacional de España. Muy cerca de la Plaza de Colón.

Era domingo. Mi mujer, nuestra perra Lola y yo habíamos corrido la Carrera contra el Cáncer.

Julián también la corrió, y el amigo con el que hablaba, también.

Había mucha gente, mucho ruido. Así que las conversaciones elevaron su volumen.

Les teníamos a menos de un metro. Era imposible no enterarse.

Julián presumía de tener activos inmobiliarios. Pisos que tenía vacíos. Que no alquilaba. 

Julián quería recuperar lo que había pagado por ellos. Le daba miedo que un mal inquilino se los destrozara.

No perdía la esperanza en que alguna vez sus dos inmuebles volvieran a valer lo que pagó por ellos.

Nos acercamos a su mesa y vieron con buenos ojos que les invitáramos a la siguiente ronda de cervezas 0,0 tostadas.

Entre runners hay muy buen rollo. Quizás tenga algo que ver la liberación de endorfinas.

Pero bueno, luego te sigo hablando de lo que le pasó a Julián, que tú quieres leer lo de por qué una casa vacía solo te hace perder dinero.

Espero que así evites que te pase lo mismo que a Julián.

Índice

Una casa vacía no es realmente un activo.

Tus padres, tu primo segundo, y ahora tu cuñado te han dicho que invertir en ladrillo siempre es un valor seguro.

Que una casa es el activo más valioso que puedes poseer.

Sin embargo, hay un detalle que muchos pasan por alto. 

Una casa vacía no es un activo.

Así que lo que a los ojos de todos parece una inversión segura, tu casa vacía pasa a convertirse en un pasivo que solo te genera pérdidas.

Los gastos ocultos de tener una casa vacía.

Que tu casa esté vacía no implica que dejes de pagar la cuota de la comunidad de vecinos, las derramas, la nómina del conserje, las basuras, la vigilancia, la piscina, los impuestos.

Hay servicios de la comunidad y municipales que no puedes rehuir.

Añade también el hecho de que cuanto más tiempo esté vacía, más inversión tendrás que hacer en mantenerla.

Una casa que no se habita solo se deteriora.

Todo esto afecta negativamente a tu flujo de efectivo, haciendo un agujero cada vez más grande en tu cuenta corriente.

Se estima que los propietarios de casas vacías gastan al menos un 10% más en gastos relacionados con la vivienda que aquellos propietarios que tienen su casa alquilada.

Tu casa vacía consume tus ahorros.

Julián tenía dos pisos vacíos comprados con hipoteca, por lo que también tenía cada mes dos cuotas que pagar al banco.

Impacto en la rentabilidad a largo plazo.

Mantenerte en tus trece afecta seriamente a tu capacidad de generar ingresos a largo plazo.

Que esté deshabitada te hace perder la oportunidad de ganar dinero a través del alquiler o de la venta.

Ha dejado de ser una fuente de ingresos, para convertirse en el motivo principal de que se tambalee tu estabilidad financiera.

Imagina lo que podrías hacer con ese dinero que estás perdiendo cada mes por continuar con tu casa vacía.

Abre la mente y piensa en otras opciones de inversión como bonos, letras del tesoro, acciones, fondos indexados, EFTs, etc.

Pero recuerda que las inversiones, inmobiliarias o no, suponen un riesgo, y puedes perder tu dinero.

Reflexiona sobre tu capacidad de construir un futuro financiero sólido.

Si no sabes cómo hacerlo, déjate ayudar.

No hace falta que nos elijas a nosotros.

Riesgos y problemas de seguridad.

Si tienes una casa donde no vive nadie tienes asumido que esto conlleva unos riesgos de seguridad.

Tu casa vacía se convierte en el reclamo perfecto para ladrones, vándalos y ocupantes ilegales.

Puede que pienses que un robo, o un daño puntual no es tan importante, tu bolsillo lo puede aguantar.

Pero si ocupan tu casa vacía ilegalmente y no tienes alarma, de pronto te ves en una situación legal complicada.

La justicia en España no es precisamente rápida, y vender tu casa ocupada se hace muy difícil, además de perder gran parte de su valor.

Añade los costes legales y una tonelada de estrés emocional difícil de gestionar.

El papel de la inversión inmobiliaria inteligente.

Está claro que lo inteligente no es tener tu casa vacía.

Si no la quieres vender, al menos alquila.

Que tu casa no te cueste dinero. Sácale rentabilidad.

Considera en alquiler a largo plazo. Tu casa vacía estará habitada. Cómo te la dejen tus inquilinos es otra historia.

Para eso tienes la fianza.

Si tienes miedo a que te la destrocen, contrata un seguro que te ayude a resolver este tipo de problemas, legal y económicamente.

Si tienes miedo a que no te paguen, contrata un seguro de impago y duerme tranquilo.

Si en tu zona hay demanda de alquiler vacaciones, adelante. Pero aprende cómo hacerlo de la mejor forma posible.

Ten en cuenta que una casa habitada se deteriora menos que una vacía, y que al haber gente en tu casa no la van a ocupar.

Si con lo que te he explicado el alquiler te sigue dando reparo, lo mejor es vender.

Y aunque pienses que tu casa vacía está en un estado lamentable y creas que la vas a vender a un precio muy bajo, hay formas de hacerla atractiva para compradores que valoren su potencial y no vayan con la rebaja en la boca.

Solo hay que saber cómo hacerlo.

Y no, venderla a buen precio, no pasa por subir cuatro fotos a un portal inmobiliario, hacer un texto con cuatro fases sin imaginación y esperar a que suene el teléfono.

Si de verdad quieres invertir en inmuebles, con el dinero de la venta de tu casa vacía podrías invertir en rent to rent, que no es más que alquilar una vivienda que esté en condiciones óptimas y subarrendarla por habitaciones.

Piensa ahora cuántos pisos podrías alquilar para subarrendarlos con el dinero de la venta de tu casa.

Todo dependerá de lo que te quieras implicar en tus inversiones para pasar de perder dinero a ganarlo y vivir la vida que quieres.

En un país que se financia con deuda, y donde el futuro de las pensiones no está asegurado, es tu responsabilidad construir esa riqueza que te aporte seguridad financiera en el futuro.

Preguntas frecuentes

Imagino que lo sabes, pero por si se te ha olvidado.

El mantenimiento regular es de lo más importante. 

Una casa vacía donde nadie vive es como tener un coche en el garaje que nadie conduce.

Solo se deteriora.

Una grieta, una humedad, el olor a cerrado…

Tienes que mantener suministros como el agua y la luz.

Que tengas seguro también es importante.

La cuota de la comunidad.

Impuestos municipales como el IBI o la tasa de basuras.

También debes saber en cuanto a impuestos municipales que cuanto más tiempo pases sin vender la casa, más pagarás de plusvalía.

La inflación no es un gasto en sí, pero influye que el dinero que consigas cada vez valdrá menos.

Puede que suba el precio con los años. O no. El precio no siempre sube. La inflación siempre da a tus ilusiones altas dosis de realidad.

Si eres de los que dices: «si no me piden pan», sigue así. El aprendizaje está en equivocarse.

Aunque siempre tienes la opción de contratar a alguien que ya sabe lo que hay que hacer, para que no sigas tirando el dinero.

La finca en la que está tu casa también sigue cumpliendo años y requiere mejoras.

En Madrid existe la Inspección Técnica de Edificios (ITE), como la ITV de los coches.

La primera se hace a los 40 años, y después son cada 10 años.

Va un arquitecto del Ayuntamiento de Madrid, y certificado que todo está correcto. Si no lo está, derrama al canto y a arreglarlo para poder pasar la ITE.

Tras la primera, lo normal es arreglar la cubierta, la fachada, pocería y bajantes.

Puedes saber en qué estado está tu ITE, desde la web del ayuntamiento

Los robos y las ocupaciones están a la orden del día, y son más frecuentes de lo que crees.

Pero a ti estas cosas no te pasan. O sí.

Si no la tienes, te recomiendo poner una alarma o cámaras de vigilancia.

Es interesante que no tengas las persianas bajadas hasta abajo. Déjales a medias.

Utiliza lámparas a las que puedas programar un horario para tu casa, se ilumine de noche.

Si tú no puedes, dile a algún vecino o amigo que de vez en cuando se acerque a la casa, que la revise. Que se fije si alguien ha puesto el felpudo de una determinada forma o si han marcado la puerta o el marco.

Son indicativos de que tu casa está siendo vigilada por okupas.

Vender una casa vacía te aporta más beneficios que lo económico.

Te liberas de una carga financiera, olvidándote de todos los gastos asociados al mantenimiento de una casa que se deteriora por momentos, y te quitas los impuestos municipales.

También te ofrece un flujo de efectivo adicional que puedes utilizar para otros propósitos que te motiven más, como invertir en otras inversiones más rentables, terminar de pagar tu hipoteca o saldar deudas.

Al vender tu casa vacía, desaparece la intranquilidad de si ocuparán tu casa o no, una nueva derrama, o una avería que provoque algún desperfecto en tu casa o en la de otro vecino.

En resumen, vender tu casa vacía es una decisión financiera inteligente que te permite liberarte de una carga para aprovechar nuevas oportunidades.

 

Si no quieres vender tu casa vacía, sácale algo de rentabilidad alquilándola, y que al menos no te cueste dinero.

Dependiendo de la zona será más interesante o no el alquiler a largo plazo frente al alquiler vacacional.

Pero el alquiler vacacional va a necesitar que estés más implicado si quieres que sea más rentable.

O contratar a alguien que lo haga por ti.

Nosotros no gestionamos alquileres.

Nos hemos hecho especialistas en vender a buen precio casas de segunda mano.

Pregúntate que opción de alquiler es más interesante para ti para conseguir que tu casa vacía no sea una ruina y por lo menos saques algo de beneficio.

Si tu casa lleva mucho tiempo vacía, es probable que tengas que hacer una reforma antes de ponerla en alquiler. No es un gasto, es una inversión.

Ahora sabes un poco más sobre lo que supone tener una casa vacía, te voy a contar más sobre el caso de Julián.

Te recuerdo que era propietario de dos pisos. Los tenía vacíos.

Uno lo compró en 2004 y otro en 2006, pensando que el precio nunca pararía de subir.

Compró casi en lo más alto de precio antes de que la burbuja inmobiliaria estallara.

Julián era y es funcionario. Además, tenía ahorros por una herencia que había recibido.

Que le concedieran dos hipotecas no era un problema. Las tasaciones tampoco.

Julián le explicaba a su amigo Roberto, funcionario como él, que tenía que invertir en inmuebles, que el ladrillo es una inversión segura.

Ya te he dicho antes que no hay inversiones seguras. Todas conllevan un riesgo.

Las inversiones inmobiliarias no van a ser buenas porque sí, y mucho menos si tu idea es tener dos pisos vacíos.

Le expliqué a Julián que aunque tener dos pisos en Madrid puede parecer una buena inversión. Tenerlos vacíos no era la mejor idea, si lo que quiere es una buena inversión.

No tenía un activo, tenía un pasivo que solo generaba gastos, incluyendo a todos los gastos que te he dicho antes, las dos cuotas de sus dos hipotecas.

Le hablé de las opciones que tenía, como algunas de las que te he contado antes, con el objetivo de que no siguiera perdiendo dinero.

Aunque a Julián se le cambió la cara, entendió que había soluciones.

Su amigo le dijo que se riera un poco y celebrara que además de que unos desconocidos les habían invitado a cerveza, le habían dado una solución a un problema que no quería admitir.

Una semana después, Julián decidió que vendiéramos sus dos pisos. 

En ambos hizo una pequeña reforma que le sugerimos para lavarles la cara y conseguir un mayor beneficio.

En tres meses, tenía el dinero de las dos ventas en la cuenta corriente.

Canceló las dos hipotecas, y se liberó de cargas.

Desde entonces vive más tranquilo, sin estrés.

Invirtió el dinero que le sobró de las ventas en fondos indexados, a los que, sin que él gestione nada, saca una rentabilidad que no está nada mal. 

También se dio el capricho de hacer un viaje con su familia, que por las inversiones que había hecho, llevaba años aplazando, faltando a su palabra.

Julián me escuchó, y se dejó ayudar.

Desde entonces se responsabilizó de sus finanzas y tomó el control de su dinero, poniéndolo a trabajar para que la inflación no se comiera sus ahorros.

Tu caso no tiene por qué ser igual que el de Julián, pero seguro que tener el control de tus finanzas también te preocupa

No dejes que sea tarde.

Suerte con tus inversiones.